por el obispo Robert Stearns
Si ha leído los titulares de las noticias últimamente, probablemente perciba como yo que estamos en una época de grandes sacudidas en la tierra, durante la cual hay mucha preocupación por la volatilidad de las naciones, la inestable economía mundial y los tiempos inciertos que se avecinan. Mientras que la iglesia en general con demasiada frecuencia da paso a la distracción de su verdadera vocación, el enemigo de nuestras almas está trabajando a tiempo. Está compitiendo seriamente por el control en nuestras regiones, ciudades y familias.
Aunque nos enfrentamos a dificultades e incertidumbre en esta hora, si escuchamos el grito del Espíritu, sabremos que hemos sido llamados para este tiempo, que es una oportunidad divina del Señor para liberar la fuerza del Reino en los corazones hambrientos que nos rodean.
Para ello, para ser instrumentos eficaces en la mano del Señor, debemos aprender a simplificar... a volver a lo básico, a vivir vidas racionalizadas centradas en el Reino de Dios, libres de las distracciones de este mundo. Los tiempos que vivimos exigen un enfoque y un propósito renovados, para que podamos mantenernos firmes en la luz de Dios en medio de la creciente oscuridad y confusión. Mientras simplificamos, hay tres puntos que el Señor ha estado resaltando a mi espíritu para nosotros en este tiempo crucial:
1. Oración sostenida
El primer y más importante aspecto de esta llamada que he percibido es el despertar a la oración sostenida. Y cuando digo una oración, me refiero a la ORACIÓN... un estilo de vida y no sólo una actividad, un despertar, y no sólo un evento temporal. Esto no es sólo para los pocos intercesores que se sienten especialmente llevados a rezar... ¡esto es para todos los creyentes! Como nunca antes, nuestros oídos deben ser sensibilizados a través de la oración a la voz del Espíritu Santo si queremos ser efectivos en nuestro llamado como siervos de Dios. Nuestros hombres deben liderar como sacerdotes en nuestros hogares, nuestras mujeres deben levantarse con fuerza y coraje renovados, y nuestros hijos deben ser introducidos a la realidad del Espíritu Santo moviéndose a través de sus vidas.
2. Discipulado eficaz
En segundo lugar, debemos ser intencionados al máximo en la formación de la siguiente generación. La Escritura dice: "Una generación encomendará tus obras a otra" (Sal. 145: 4), y esto no puede ocurrir únicamente el domingo por la mañana, sino en el contexto de relaciones comprometidas en las que los jóvenes aprenden de la generación mayor, y viceversa. A través de la tutoría intencional, debemos transmitir un estilo de vida de valores del Reino a la generación venidera para que se mantenga fuerte en su llamado en estos días que ya están sobre nosotros.
3. Corazón para Israel
En esta hora, es aún más vital que estemos con Israel y el pueblo judío, y que nos levantemos como "centinelas en el muro" a favor de ellos (Is. 62, 6-7, Sal. 122, 6-7). Debemos vivir para declarar las promesas del pacto de Dios sobre Israel, que Él ha declarado que cumplirá hasta mil generaciones (Sal. 105, 8-10).
El tiempo es ahora... ¡y nosotros somos el pueblo de Dios! Que oigamos la llamada de su Espíritu para eliminar cualquier cosa que nos impida seguir su llamada... y que nos dé poder a todos para perseverar en la oración, para encontrar uno o dos creyentes más jóvenes en los que verternos, y para vivir nuestras vidas por la paz de Jerusalén. A medida que simplificamos nuestras vidas para perseguirlo, ¡que nos use poderosamente para ser sal y luz para el mundo que nos rodea!
¿Quiere saber más? El Obispo y el Rabino es un podcast semanal dinámico e informativo, presentado por el Obispo Robert Stearns y que cuenta con diferentes rabinos invitados de la comunidad judía. Presenta debates sobre temas como el contenido de este artículo, las Escrituras hebreas desde los puntos de vista judío y cristiano, los acontecimientos actuales en América y Oriente Medio, y el futuro de la cooperación judeo-cristiana. ¡Sintonice ahora los últimos episodios en la Charisma Podcast Network!
