¿por qué mover la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén es bueno para la paz
El reciente anuncio histórico del Presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital oficial del estado de Israel ha vuelto a encender una conversación global sobre Jerusalén.
Al dar instrucciones al Departamento de estado para comenzar a reubicar la Embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, el Presidente Trump dijo, "... hoy, finalmente reconocemos lo obvio: que Jerusalén es la capital de Israel. Esto no es más, o menos, que un reconocimiento de la realidad. También es lo correcto. Es algo que hay que hacer ".
El Obispo Robert Stearns habló de manera similar hace un año en el New York Times cuando escribió sobre la importancia de reconocer Jerusalén. En consonancia con el mandato bíblico de orar por la paz de Jerusalén, las alas de las águilas continúan movilizando apoyo clave para Israel y Jerusalén en esta hora. Aquí está el artículo oportuno de Roberto según lo publicado en el New York Times:
En todo el mundo, los embajadores norteamericanos están estacionados en las capitales nacionales. La ciudad capital de Israel es y siempre ha sido Jerusalén, y es lógico que nuestro diplomático superior representara los intereses estadounidenses en las cercanías de la casa del primer ministro, del Parlamento y de todas las grandes agencias gubernamentales.
Por eso el Congreso aprobó por abrumadora mayoría en 1995 una ley bipartidista que ordenaba al Departamento de Estado trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén. Durante dos décadas, los presidentes estadounidenses han mantenido en suspenso este traslado por temor a exacerbar las tensiones en la región.
Es hora de que esto cambie.
La Embajada se ubicaría bien dentro de la internacionalmente reconocida "línea verde". Quienes rechazan la localización de una embajada en el oeste de Jerusalén – que ha sido parte de Israel desde su creación y seguirían estando bajo cualquier acuerdo de paz concebible – no han aceptado plenamente el derecho del país a existir. Estados Unidos nunca debe complacer a esta visión del mundo engañada, que alimenta el conflicto proporcionando esperanza retorcida a aquellos que todavía buscan la destrucción de Israel.
Al trasladar nuestra Embajada a Jerusalén, tenemos la oportunidad de demostrar que lejos de retirarnos del mundo y de la región, estamos tan decididos como siempre a proporcionar un liderazgo de principios, señalando al mundo árabe y al liderazgo palestino que estamos en serio acerca de poner fin a este conflicto, y que esperamos que acepten a Israel como una presencia legítima en el Oriente medio – un requisito básico para mover a todas las partes en un camino hacia la paz, que en última instancia beneficiará a israelíes y palestinos por igual.