Ilumina tu mundo

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En pocos días, celebraremos las hermosas vacaciones de Hanukkah, el Festival de las luces. Esta celebración de ocho días es un recuerdo de la provisión sobrenatural de Dios, incluso cuando el pueblo de Jerusalén estaba rodeado de enemigos que se habían puesto sobre su destrucción.

En el siglo II A.C., la Tierra Santa fue gobernada por los Selécidas (sirios-griegos), que intentaron obligar al pueblo de Israel a aceptar la cultura y las creencias griegas. El rey griego Antíoco violó el templo, trajo cerdos y los asesinó en Temple, tomó los pergaminos de Torá, los judíos tenían prohibido guardar el sábado, y a los niños no se les permitía ser circuncidados.  El pueblo judío se enfrentaba a la aniquilación cultural.

Contra todo pronóstico, una pequeña banda de fieles judíos, liderada por Judá el Macabeo, derrotó a uno de los ejércitos más poderosos de la tierra, expulsó a los griegos de la tierra y reclamó el santo templo en Jerusalén. La palabra hebrea Hanukah significa "dedicación", y este Festival celebra la rededicación del santo templo después de que fue reclamado por los Macabeos.

Pero había un problema.

Cuando entraron en el templo, sólo quedaba una sola corteza de aceite de oliva para iluminar la Menorah del templo (el candelabro de siete ramas). Milagrosamente, encendieron la Menorah y el suministro de aceite de un día duró ocho días hasta que se pudo preparar aceite nuevo. Para conmemorar este milagro del aceite, se ilumina una vela cada noche en la Menorah hasta que se encienden las ocho velas.

Milagrosamente, encendieron la Menorah y el suministro de aceite de un día duró ocho días hasta que se pudo preparar aceite nuevo.

Vivimos en un mundo que puede ser muy oscuro. Hay un asalto constante contra el pueblo de Dios. Justo esta semana, un profesor judío de la Universidad de Columbia entró en su oficina para encontrarlo pintado con esvásticas. Tristemente, el mismo mal que los Macabeos lucharon es el todavía en nuestro mundo, pero también lo es el Dios de los milagros. El aceite de esperanza, alegría y paz está disponible para llenar nuestras vidas y dejar que nuestra luz, la luz de Dios, arda intensamente.

La buena noticia es que la luz brilla en muchos lugares. Desde nuestra reciente celebración de Israel en Buffalo, pasando por la histórica reunión con líderes brasileño-estadounidenses en Boston, hasta un encuentro estratégico de líderes en la ciudad de Nueva York, vemos que muchas personas optan por brillar con luz propia y permanecer junto al pueblo de Dios. Hanukkah no es sólo un mensaje judío, sino un mensaje universal del poder de la luz de Dios frente a la tiranía y la oscuridad. Seamos juntos quienes iluminemos el mundo en que vivimos.

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